lunes, 6 de septiembre de 2010

EL PRIMER LIBRO QUE ME QUITÓ EL SUEÑO


Nunca olvidaré mi verano de los once años. Por aquella época, el encargado de suministrarme libros era mi querido primo, unos años mayor que yo. Desde luego, yo confiaba en su criterio (y confío, aunque ya hace mucho que no hablamos de libros), y no tenía problema ninguno en que el libro tuviese más de mil páginas (cosa que quizás a muchos les hubiese echado atrás).
Así que, ni corta ni perezosa, empecé a leer esta tremenda aventura surgida de las manos de Follet: sin darme cuenta, eran las doce de la noche (una hora intempestiva para mí por aquél entonces) y no podía parar de leer: sentía una necesidad irrefrenable de pasar páginas y páginas para llegar al desenlace, un deseo tan ferviente de llegar al final como el deseo y empeño que ponen Tom, Jack y los demás en edificar su catedral. Dos meses me llevó la lectura de esta novela medieval, y es que entonces mi pequeña cabecita no leía con la rapidez con la que lo hago actualmente (me pregunto cuánto tiempo invertiré la próxima vez que lo lea... Lo cronometraré, jeje)

Tremenda no, tremendísima (y me quedo corta): las primeras páginas captan tu antención en segundos y, como por arte de magia, te ves sumergida en pleno siglo XII, en la vida de Tom Builder, un constructor de catedrales que pierde su trabajo ysu esposa, que tiene que abandonar a su hijo en el bosque y que debe intentar sobrevivir en un mundo en el que las tramas políticas, las traiciones y las nefastas alianzas son el pan de cada día. Un mundo en el que los humildes deben trabajar duro para llegar a su meta, y en el que el poder es la moneda de cambio y la ambición parece ser la fuerza que mueva al ser humano (por suerte no a todos). Pero siempre hay un rayo de esperanza, y siempre hay personajes que saben encontrar su lugar por su nobleza de corazón y el interés que muestran por los demás, sin importarles el beneficio propio.

Con todo ello, Follet logró que me apasionase con este libro, y más todavía cuando leí a Aliena (fuerte, segura de sí misma, sin medio a rechazar las convenciones sociales y dispuesta a superar con sus propias fuerzas todo aquello que esté por venir -mucho y no siempre bueno- , sin miedo a oponerse a los poderosos... Una mujer guerrera, casi una amazona medieval podría decirse, que sabe esperar el momento adecuado de entrar en escena y derrotar a aquellos que lo merecen), Ellen (otra mujer de armas tomar, que ha sabido vivir en el bosque sin la ayuda de nadie, que según las malas lenguas es una "bruja", que desde pequeña ha demostrado que no es ninguna necia y que vale tanto o más que cualquier hombre), Tom el constructor( excelente persona y mejor arquitecto, bondadoso y sincero, alguien a quien el destino golpea duramente y repetidas veces), su hijo adoptado Jack (sin duda uno de mis preferidos junto con Aliena. No duda en recorrer mundo para formarse en su oficio, viaja por Europa hasta llegar a España... Es un personaje sentimental que no teme expresarse en voz alta y ante todos, sin importarle el qué dirán, con una meta en la vida -que no os pienso contar-... Otro personaje excepcional, digno de hacerse un huequecito en tu corazón), Phillip el monje, Jonathan, y algún que otro personaje, pero creo que me quedo con ellos sin lugar a dudas. El resto de elenco tiene también su punto, aunque ni de lejos te calan como estos, y si lo hacen os aseguro que no es para tenerlos en estima.

Poco más os puedo decir de esta increíble obra. Creo que es la novela que más veces he releído (la próxima será la quinta o sexta, si mal no recuerdo) y no tardaré mucho en volver a ella: necesito refrescar mi memoria para poder hacer una buena crítica de la serie de televisión que pronto llegará a nuestras pantallas.

Si escribiese todo lo que tengo que decir de esta obra, seguramente me pasaría horas y horas delante del teclado y no llegaría a las mil páginas pero poco faltaría...
Lo mejor es que sean vuestras mentes las que digan algo de ahora en adelante. Sólo espero que os pique un poco la curiosidad por entrar en este mundo medieval, no muy diferente al de ahora (vaaale, no tenían facebook ni google, pero se les perdona: tenían que construir una catedral , dar pie a la nueva sociedad y la nueva metalidad para con el hombre y dar paso a nuevos siglos de prosperidad), lleno de momentos dulces, de momentos amargos, y de una sensiblidad y maestría excepcional.


Disfrutadlo


Moira

No hay comentarios:

Publicar un comentario